El periódico Correo publicó sobre los abusos que se están haciendo en contra de los comerciantes y sus puestos en la feria, pero al parecer presidencia municipal y el comité de feria hicieron justo lo que se esperaba: NADA.
O eso es lo que parece porque luego de publicar nuestra nota al respecto recibimos varios mensajes como el siguiente:
Ésta persona cumplió con su parte (pagar) pero la feria no le cumplió. Le dieron su lugar a alguien más y la obligaron a vender en quién sabe dónde. No se dejen engañar, a los comerciantes que venden en la feria no les sobra el dinero, ellos hacen un gran esfuerzo por pagar las cuotas que les exige el comité de feria por poner su puesto con la esperanza de sacar lo suficiente para llevar el pan a la mesa de sus hijos. Súmenle los gastos de transporte y hospedaje (sabías que muchos de los comerciantes duermen en el puesto cada noche hasta que se acaba la feria con tal de poder cuidar sus cosas y ahorrar un poco de dinero?). Ésta persona ya pagó y tras la frustración del abuso tuvo que regresarse a su casa no sólo con las manos vacías sino con $800 pesos menos que todos sabemos no le van a regresar, porque para eso si es buena la presidencia y el comité, para cobrar y hacerse los sordos a los problemas de la gente y el pueblo. No se vale. El dinero no nos sobra, y cuando alguien toma algo que no es suyo a eso se le llama ROBAR. Así que entonces tenemos una feria que no sólo se quedó corta con las expectativas, que nos canceló eventos, que nos trató de ver la cara sino que ahora aparte de todo es RATERA.